A pesar de su antigüedad, el uso de las runas es uno de los métodos de adivinación más
usados en la actualidad, pudiendo dar respuesta a toda nuestra vida o a un momento concreto. La
leyenda cuenta que Odín, el dios de la guerra, regaló las runas a los nórdicos para que pudieran
conocer el resultado de las batallas. Sin embargo, también era una herramienta de
comunicación.
La palabra «Runa» significa secreto o susurro. Provienen de los pueblos
germánicos del siglo I y II. Durante la Edad Media, fueron muy utilizadas por sabios y sacerdotes
escandinavos para crear talismanes y conjuros. Más tarde, fueron prohibidas por la
Inquisición, que consideraban su práctica una forma más del ocultismo y, por tanto, del
paganismo.
El alfabeto rúnico es conocido como Futhark, resultado de las seis
primeras runas que lo forman: f, u, th, a, r, k. Éste consta de 24 runas y una runa
en blanco —La runa de Odín—, agrupadas en tres grupos de ocho. Cada una de ellas tiene un nombre,
con el cual se representaba su sonido (el nombre actual ha sido reconstruido al proto-nórdico, dado
que no quedan registros del más antiguo).
La práctica de las runas adivinatorias se basa en la interpretación de
las diferentes letras de este alfabeto, con una lectura muy parecida a los arcanos en la baraja del
Tarot. Se dice que su verdadero poder reside en propiciar las buenas energías y en bloquear
las malas influencias.
En la actualidad, por lo general, las runas están grabadas en vidrios o en
piedras pulidas, aunque también pueden ser fichas de arcilla o en pequeños cantos rodados. Aunque
son muchos los que dan a las runas un significado propio, estos son, comúnmente, los significados
de las seis primeras:
- Feu es la runa del inicio, de una relación, de un trabajo, de un
negocio, o incluso de una enfermedad.
- Uruz, la runa de la energía, de la pasión y la fuerza, pero de manera
equilibrada. También simboliza la precaución.
- Thurisaz refleja el sosiego, la prudencia, el no aventurarse sin antes
pensar en las consecuencias.
- Ansuz es la runa de las señales y los mensajes, de los encuentros que no
se esperan, y de los problemas que deben afrontarse.
- Raido habla de los viajes de ida y vuelta, de una relación breve, del
pasado que debe quedarse atrás. Es también la runa del cambio, del amor que tan pronto como llega,
se va.
- Kano es la luz después de la oscuridad. También es la runa de lo erótico
y de la imaginación.
Todas las runas, excepto Gebo, la runa de un nuevo amor o una nueva
amistad, tienen un lado positivo y uno negativo. Es decir, según si aparecen al derecho o al revés,
indican una cosa o todo lo contrario. Gebo es la única que es siempre positiva, siendo también la
runa de los regalos y de las alianzas.
Lo primero que debe hacerse a la hora de realizar una lectura rúnica, es
despejar la mente. Para esto, primero se debe preparar el ambiente de nuestro alrededor. Algunos
adivinos aconsejan poner algo de incienso, meditar, y generar un ambiente tranquilo y
sosegado.
Existen diferentes tiradas adivinatorias. La más sencilla es la llamada
La runa de Odín, mediante la cual se extrae una única runa como respuesta a la
pregunta realizada. Otra muy utilizada es la tirada del trío rúnico, donde se extraen tres
runas. La primera de estas runas simboliza el presente, la segunda, los obstáculos y problemas, la
tercera actúa como una pequeña guía a seguir.
La más completa es la tirada rúnica vertical. Con este método, se
consigue mucha más información, no simplemente la respuesta a una sola pregunta. Igual que en el
resto de situaciones, es importante meditar y crear un ambiente de relajación previo. Tras esto, se
extraen cinco runas. Cada una de ellas explica un concepto de la situación: La situación en
general, el reto que se presenta, el camino que se debe seguir, lo que se debe sacrificar y cuál
será la consecuencia.
A pesar de la aparente complejidad de esta última tirada y de la subjetividad de
la interpretación, la adivinación a partir de la magia rúnica resulta sencilla en otros
aspectos. Por ejemplo, se pueden elaborar runas caseras, a partir de piedras redondeadas,
seleccionando una para cada letra. También pueden realizarse sobre cartón blanco o sobre papel
grueso. Lo más importante es la predisposición al ambiente tranquilo. Sólo así, el adivino y el
consultante podrán abrir la mente a toda lectura que pueda realizarse.