Mientras la astrología occidental se basa en los movimientos de los astros, el horóscopo
chino tradicional se rige por un antiguo calendario agrícola —datado del año 2630 a. C.
aproximadamente— de cinco complejos ciclos lunares (basados en los cinco elementos) de doce años
cada uno. Cada uno de estos años se relaciona con la idea binaria del Yin Yang, siendo los años
impares Yin y los pares Yang. Con ello, tenemos un ciclo total de 60 años.
Los historiadores no se ponen de acuerdo en cuanto al origen exacto del
calendario chino, atribuyendo su creación a diferentes emperadores, en distintos siglos. Algunos
estudiosos le asignan el siglo XXII a. C., desarrollándose casi a la par que la dinastía Xia,
considerada la primera de la historia; mientras que otros consideran que el nacimiento de este
calendario podría situarse alrededor del siglo III a. C. No obstante, la primera prueba documentada
de la utilización de este sistema de ciclos lunares data del año 1300 a. C.
Hoy en día, y a pesar de haber adoptado el calendario gregoriano, se sigue
manteniendo el calendario chino por respeto a la tradición. Así, siguiendo sus ciclos, un año
tendría entre 353 y 355 días, divididos en doce meses. Esto cambiaría cada tres años, con un mes
más —resultando así el año embolismal o el año bisiesto hebreo— y con un total de entre 383 y 385
días.
El
horóscopo chino
es explicado con varias leyendas que guardan ciertos aspectos en común. En ellas, se narra que el
Emperador de Jade, gobernante del cielo y uno de los dioses principales del taoísmo, llamó a todos
los animales de la tierra para elegir quiénes formarían parte del zodiaco. Para ello se organizó
una carrera. Sin embargo, sólo se presentaron trece: La rata, su mejor amigo, el gato, el buey, el
tigre, el dragón, la serpiente, el conejo, el caballo, el mono, la cabra, el gallo, el cerdo y el
perro. Según la mayoría de las versiones, el gato fue engañado y traicionado por la rata, que acabó
la carrera en primer lugar, mientras su amigo quedaba fuera de los doce asignados al horóscopo.
Asimismo, con esta fábula también se explica por qué los gatos siempre persiguen a los ratones.
Otras versiones relatan que fue Buda quien convocó a los animales para probar la devoción religiosa
de éstos.
La astrología china ha poseído siempre un hueco importante en la vida de
los emperadores, que en la Antigüedad llegaban a prohibir su uso para las personas fuera de la
nobleza. Incluso en la Edad Contemporánea, se han llegado a tomar muy en serio las adivinaciones
sobre la situación del país, su economía o los resultados bélicos.
Aunque hoy el complejo sistema chino sólo se utiliza para leer la fortuna del
individuo, se siguen teniendo muy en cuenta las interpretaciones astrológicas de los ciclos lunares
para determinar la personalidad de cada uno, según cuál sea su signo-animal. Además, también se
asigna un «signo secreto» según la hora del nacimiento, y uno de los cinco elementos (metal, fuego,
agua, madera y tierra) según el ciclo.
Actualmente, nos encontramos en el año del caballo, bajo la influencia del
elemento Madera. Este ciclo comenzó en 1984.